Y llegó el día y llegó la romería,la fiesta. Ya estamos inmersos en las fiestas navideñas. Está época que unos odian y otros adoran. Por mi parte, sólo puedo decir que tengo muy buenos recuerdos de estas fechas. Sobre todo en mi infancia, cuando adornaba con mi padre el escaparate de nuestra pequeña tienda de ultramarinos. Como cambiaba todo, llena de luces, adornos y esas bolsitas de uvapasas, polvorones y demás dulces navideños que hacía con mi madre. La tienda siempre llena de gente, con un ambiente inigualable.Por lo tanto, me gusta transmitir esa ilusión y alegría a mi hija.
Aunque ahora la familia ha crecido mucho y da más trabajo prepararlo todo, sigo haciéndolo con la misma ilusión de siempre.
Se echa de menos a los que no están, pero estoy convencida de que ellos son los que nos enseñaron a vivir la Navidad así.
La Navidad es algo más que regalos y una maravillosa cena o comida,es el aprecio, el cariño de los que están con nosotros pasando estos momentos. No hay nada más bonito que ver sonreír a tus seres más queridos.
Sin más que comentar:
¡FELIZ NAVIDAD!
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