Y llegó el sombrero a nuestras vidas, cada vez lo veo más, aunque todavía muy tímidamente. Y es que en una ciudad, digamos, no demasiado grande, cuando marcas un poco la diferencia, parece que eres de otro planeta, y ya no os quiero ni contar en un pequeño barrio de esta ciudad.
Aún recuerdo cuando compre mi primer sombrero, y no hablo de los que nos ponían nuestros padres cuando éramos pequeños, fue en mi primer viaje a Inglaterra, tendría unos diecisiete años, estuve tres meses viviendo allí. Ya de aquella era una apasionada de la moda , y cuando entrábamos en alguna tienda y veía aquellos sombreros tan preciosos, tenía que probarlos todos. Fue en una visita a Oxford cuando lo vi en un escaparate,era de ala ancha ,en color beige, con un lazo del mismo tono. Cuando llegué a casa de mi tía con él, lo primero que me dijo fue: ”¡oh, ya tenemos aquí a Sofía Loren! "(le encanta esta actriz)
Años después me siguen apasionando, aunque no lo llevo todos los días y menos cuando tengo que llevar a la niña al cole, porque entonces ya saldría en la portada del periódico. Estamos muy acostumbrados a ir de la misma manera o hacer las cosas del mismo modo, tanto es así, que cuando alguien se sale de lo convencional hay toda una revolución.
Fotos :propias
¡Qué ideal que estás!
ResponderEliminarMuchísimas gracias!
ResponderEliminar¡Te queda genial!
ResponderEliminarY seguro que te resguarda mogollón del frío...
Yo no me lo puedo quedar, todo lo que sean sombreros-gorros-viseras me quedan fatal.
Saludos!