El lunes pasado tocaba revisión en el dentista, así que el madrugón estaba asegurado.
Desayunamos algo ligerito y rápido, se nos hacía tarde y perdíamos el bus.
Después de la visita al dentista, que duró poco tiempo, sólo era para cambiar las gomas de los brackets, decidimos desayunar un poquito más. Para ello y como estábamos cerca, nada nos gusta más que ir a Manolo Bakes y saborear sus deliciosos croisants.
De vez en cuando hay que darse un pequeño capricho.
Una vez acabado este delicioso desayuno, nos recorrimos varias tiendas del centro, observando lo que viene para la próxima temporada. Total, no salimos con nada claro porque nos gusta todo.
Pero la mañana exigía algo más. Nos acercamos al puerto para disfrutar del crucero Ventura.
En definitiva , esto podría ser un lunes cualquiera, de un día cualquiera, de una semana cualquiera de la vida de una persona normal.
Porque de verdad, postureo sí, todos lo hacemos a veces, pero llega un momento en que ya es demasiado, o no?
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