Hay días que se vuelven grises nada más pones el pie fuera de la cama. Levantar la persiana y observar esos nubarrones que ya no son grises, diría que casi negros,claro está, a la sonrisa le cuesta mucho salir.
Pero no, mi día no va a ser así, oscuro y triste, o por lo menos voy a intentar que esa sonrisa reluzca como nunca.
Para que esto suceda, no hay mejor manera que ver el mundo con color, con alegría, a veces hace mucha falta sentirse lleno de vida. Entonces es cuando ocurren estas mezclas de colores que pueden ser hasta divertidas. Jersey en azul, pantalón en color mostaza, y un pequeño toque de negro.
Y es que por mucho que la gente nos quiera amargar la existencia no se dan cuenta que la rueda de la vida gira para todos.
Pero mientras todo esto pasa, el suelo se tiñe de esos tonos marrones que le dan las hojas.Los árboles, cada vez más desnudos, nos anuncian poco a poco, que el frío invierno está por llegar. Hasta entonces, disfrutemos de los días sonriendo,después quien sabe.
Fotos:propias
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